Hoy sólo transcribo el preludio de su libro. En dias posteriores intentaré acercaros más capítulos del mismo.Como en traducciones anteriores ruego perdoneis si hay algunas inexactitudes dados mis escasos conocimientos de inlgés que intento suplir con voluntad y la ayuda de un traductor de la red.
PRELUDIO
¿Qué es lo que hace de cada uno de nosotros lo que somos?
¿Qué es lo que nos hace sentir, percibir, experimentar, y actuar de una manera única a cada uno de nosotros?
¿ En dónde se encuentra esta singularidad y su fuente?
¿ Qué es lo que genera el estrés en cada uno de nosotros?
Cuestiones como estas no son solamente interesantes e intrigantes sino vitales para la comprensión de un individuo, de su persona. Y conocerte a ti mismo es la manera de curarte a ti mismo.
Fui al país X para un seminario. El proceso de ir fue interesante. Me solicitaron un visado y tuve que ir a Delhi para una entrevista privada. Escribí a mis anfitriones en el país X para preguntar si podrían hablar con su embajador para ver la forma de organizar que se me permitiera realizar la entrevista por teléfono. Dejaron un mensaje al embajador, y después me dijeron que hablara con él por teléfono. Cuando le telefoneé, el embajador dijo que estaba de vacaciones un mes y medio. El vice cónsul no concedía entrevistas telefónicas. Por lo tanto le escribí un correo. No tuve respuesta durante diez días. ¿ Qué hacer ahora?. Me dijeron que lo iban arreglar para que hablara con el vicecónsul. No lo prometemos, sin embargo , manda tus papeles. Así que les envié mis papeles, pero no obtuve respuesta durante dos semanas. Tres meses después de haber iniciado el proceso todavía no estaba resuelto.
Ahora se suponía que tenía que partir en una semana para iniciar los seminarios. Todos mis papeles estaban retenidos. Hice 30-35 llamadas de teléfono. Me dijeron que el visado estaba listo. Envié a alguien a recogerlo a las 9 de la mañana. Le hicieron esperar hasta las cuatro de la tarde y después le dijeron que volviera al día siguiente. Al día siguiente sucedió lo mismo. Dijeron que mis papeles no estaban listos. Entonces pidieron un documento del banco que tardaría una semana. En ese momento el embajador regresó, así que le telefoneé. Le dije : “ deme mi pasaporte , con o sin visado”. Dijo: “ ¡usted es un invitado de honor, tiene que ir! “, por lo tanto envié de nuevo a un hombre a las diez de la mañana y regresó con el visado a las siete y media de la tarde. Durante todo el día me dijeron que estaban entregando el visado a ese hombre, mientras él me decía que estaba esperando fuera.
¿ Por qué te cuento esta historia? Esta es una típica situación estresante, y constituye una buena oportunidad para investigar sobre la naturaleza del estrés. Si podemos percibir qué es el estrés en una situación dada, tal vez podamos obtener una idea de qué es el estrés en general. Seguramente yo estaba estresado en esta situación- pero ¿ qué estaba sucediendo dentro de mi para que apareciera el estrés? ¿ qué sentí y experimenté a través de este proceso? . Pude observar que simultáneamente había diferentes cosas dentro de mí. Era como que hubiera diferentes niveles de experiencia dentro de mí.
Tenía necesidad de un visado para poder viajar a este país. Necesitaba que mi pasaporte estuviera en vigor para viajar a otros países, necesitaba que el pasaporte estuviera en un tiempo determinado para poder volar en el tiempo programado. Tuve que calcular qué hacer en caso de que no obtuviera el visado, qué cambios hacer en el itinerario. Una mente práctica estaba trabajando sobre estos hechos. Este era uno de los niveles de mi experiencia en ese momento.
Otro nivel , lo llamaremos nivel emocional, era que tenía rabia y ansiedad, la ansiedad se acompañaba de síntomas físicos como palpitaciones. Estaba alterado.
Otro nivel, estaba imaginando qué era lo que estaba sucediendo, ¿ qué era lo que no estaba funcionando? ¿ cúal sería la razón? Diferentes teorías venían a mi mente. Pero un pensamiento prominente era que ésto era producido deliberadamente por parte de la embajada. ¿ Era un conspiración?
Ahora puedo ver que esta especie de sospecha y percepción no está limitada a una situación particular, sino que me es familiar en otras situaciones de mi vida, pasada y presente.
Pero si voy más profundo dentro de mi mismo y me preguntara ¿ qué estoy experimentando en este momento? No qué siento, o qué imaginaba sobre esta situación, sino ¿ qué experimento, que sensación tengo en el centro de mi ser? Para la mayoría ( yo incluido) no tenemos conocimiento, no somos conscientes de ésto. Sin embargo si me dejo llevar por la experiencia y la observo entro en contacto con un nivel profundo de experiencia. Esto era una sensación que sentía intensamente dentro de todo mi ser.
Sólo la puedo describir como una especie de mordaza. La palabra sólo es insuficiente para describir mi experiencia. Era una asfixia, una constricción que subía de mi pecho a mi garganta. Para expresarla completamente, necesitaba usar sonidos y gestos, si me introducía profundamente dentro de esta sensación, podía verla como una parte de una experiencia de estar atrapado, y dominado.
Esta sensación (y toda la experiencia) en este momento no tienen nada que ver con el embajador, el ministro, el visado o la conspiración. Transciende las barreras del tiempo y el espacio. Es una experiencia que he tenido muchas veces en mi vida y que podré tener en futuras situaciones estresantes. Esta experiencia no tiene nombre, no tiene hechos ni emoción. Esto tiene que ver intrínsecamente con mi única e inexplicable experiencia de la realidad.
Esta experiencia es una parte de un patrón profundamente embebido dentro de mi. La profundidad a la que percibo este patrón de experiencia en mi vida, constituye la raíz de mi estrés. Esto no es sólo la verdad para mi, sino que es la verdad para ti. El conocimiento de este patrón es el camino para la liberación.
Deseamos minimizar nuestro estrés y sufrimiento, deseamos paz. Intentamos encontrar la solución al problema que vemos como causa del estrés. Intentamos evitar situaciones que son estresantes, cambiamos nuestro trabajo, nuestra pareja, nuestro lugar, intentamos cambiarnos a nosotros mismos, leemos libros de autoayuda, meditamos, vamos a servicios religiosos, hablamos con gente de nuestros problemas, buscamos ayuda profesional. Estoy seguro que te resulta familiar lo que haces frente al estrés.
Cuando tienes algún problema con alguien, cuando te sientes herido en una relación, cuando estás teniendo dificultades en el trabajo o cuando haces frente a pérdidas en los negocios, te las arreglas para ver el problema como estando fuera de ti, algo que necesitas resolver. Analizamos el tema y encontramos explicaciones lógicas o razones para la situación que está ocurriendo y lo que debería hacer sobre esto. Podríamos decir:
“ el problema entre mi mujer y yo es que simplemente ella no me comprende, pienso que necesitamos ir a un consultor”. Intentamos justificar nuestras emociones, por ejemplo “ es natural que tenga ansiedad cuando los negocios van mal “ o “ ¿ quien no tiene ira si tu amigo te hace algo como esto?” clasificamos las situaciones, ponemos etiquetas a la gente, muchas veces ponemos nombres a nuestros estados , podemos decir “ este hombre es un dictador” o “ tengo un complejo de inferioridad”.
Ninguno de estos intentos tiene efectos duraderos. La razón es simple: no hemos alcanzado la raíz del tema. El problema no está fuera, sino que está en lo que nosotros experimentamos de éso. Cuando nos comunicamos con otros, argumentamos o arguimos , no vemos lo qué esta sucediendo dentro de nosotros. Estamos diciendo algo pero no es lo que decimos lo que es importante. Lo que es importante es de donde procede. Y esto procede de un nivel profundo dentro de nosotros del que no somos conscientes, y hasta que este nivel no es tocado por nosotros ,nuestras comunicaciones y relaciones con el mundo exterior seguirán siendo problemáticas, superficiales e inefectivas en el profundo contexto de nuestra paz interna.
Dejadme que os de un ejemplo de todos los días de esta idea: Vuelves a tu casa desde el trabajo y ves que la plaza del parking tuya está ocupada por alguien, un vecino por ejemplo. Esto excita tus emociones, no es la primera vez que te ha pasado ésto. Antes le has hablado correctamente, pero de nuevo ha vuelto a pasar, ¿ qué sucede? En un determinado nivel sabes qué hacer y este es el nivel de los hechos. Aquí no hay estrés solo cálculo. Pero en otro nivel hay rabia, ¿ cómo se atreve? , ¿ qué piensa de si mismo? Este es el nivel del estrés, tus nervios están excitados y tu mente está trabajando todo el tiempo; cuando buscas dentro la experiencia verás que este estrés no procede de la situación, sino de tu percepción de la misma, tu experiencia íntima de rabia, tus sentimientos de ser victima, de estar atrapado, cogido, indefenso contra un fuerte oponente en tu lucha por sobrevivir. O de tu experiencia de aprensión a que puedas perder tu plaza de parking. O de tu experiencia de miedo a la rudeza del vecino cuando tu lo enfrentes para decirle lo que está haciendo, deseas evitar su rudeza dado que eres muy sensible.
Cualquiera que sea tu experiencia te das cuenta que esta experiencia no está limitada a la situación sino que trasciende y la puedes aplicar al conjunto de tu vida. Esta experiencia es lo que tu eres. Esto es lo estresante para ti, es la fuente constante de estrés.
En el mismo momento que te des cuenta que el estrés no viene de fuera sino de la forma que percibimos y reaccionamos a la realidad. Y esto es único para cada uno de nosotros, en efecto la forma en que percibimos y reaccionamos a la realidad nos hace únicos , individuales. Entonces nuestro estrés es inseparable de nuestra individualidad. La mayoría de nosotros nos damos cuenta , en ultima instancia , que para minimizar el estrés, no ayuda cambiar nuestras circunstancias externas, sino que necesitamos percibir de donde procede. Psicólogos, terapeutas y otros muchos trabajan con esto. Estamos familiarizados con las ideas que el estrés proceda de incidentes como que tu padre te dio una paliza cuando tenías doce años , de peleas constantes con tu mujer, de sentimientos como que no tengo suficiente dinero. Pero lo que he descubierto es que si bien estas son las situaciones donde puedes sentirte estresado, tu experiencia de estrés surge de algo mucho más profundo y que es experimentado únicamente por ti. Lo que es más profundo es que esta única experiencia es también expresada en áreas de tu vida que no son consideradas estresantes, son la base de toda tu experiencia vital.
En mi trabajo como médico homeópata, necesito definitivamente conocer todo lo que pueda de este proceso interno individual de la persona que viene a tratarse. Esto ha sido ciertamente una fuerte motivación para mi trabajo pero también ha sido igualmente el deseo de descubrir qué se encuentra en el centro de mi mismo.
En mi práctica, repetidamente veo personas que hacen un viaje a la profundidad de su experiencia de estrés, de su enfermedad, sus alegrías, sus dolores, y cada vez, un patrón característico único para cada persona se revela. Tales patrones existen en mi, en ti, en todo el mundo. Si aumentas tus conocimientos de estos patrones experimentarás menos estrés y más paz.
Puedes experimentar la verdad de estas ideas a través de un simple proceso de investigación. No un proceso donde analices, clasifiques, sino un proceso en el cual vayas a la profundidad y observes tu experiencia en el momento. La profundidad y totalidad de esta experiencia es la verdad.
Iremos a la profundidad preguntando el qué de algo y no el por qué de algo. Cuando nos preguntamos el porqué de que algo es asi o asa, nos vienen razones que tal vez nos parezcan la verdad, pero estas razones siempre pueden ser debatidas e incluso no ser verdad. Por otro lado cuando preguntamos ¿el qué de algo? Cada vez más y más profundo, descubriremos la verdadera experiencia interna, donde no hay espacio para interpretar, teorizar o analizar. Es un proceso de observación pura de lo que es profundo.
Necesitamos darnos cuenta que parte de la esencia de los conceptos en este trabajo radica en la noción que nuestros comportamientos y sentimientos derivan de algo mucho más profundo de nuestro ser. Ellos radican en una cosa muy básica, la única e inexplicable experiencia de cada uno de nosotros. Esta experiencia no es intelectual o emocional, es una sensación sentida en el cuerpo y la mente simultáneamente, que es constante, que colorea el conjunto de nuestra vida entera. Esta sensación es nuestra constante compañía, la otra canción que canta dentro de nosotros. Una canción que resuena con algo de la naturaleza, que puede ser un animal, planta o mineral.
El conocimiento referido aquí no es una comprensión intelectual o una observación de un comportamiento o un patrón de pensamiento en nosotros mismos. No es un destello de comprensión, o una interpretación por otra persona.
Es un proceso, un proceso de ir dentro del yo sin mente, de ir dentro profundamente de las experiencias una y otra vez. Es un proceso que puede comenzar ahora y extenderse meses o años. Es un gradual darse cuenta de nuestro propio mundo interno. Es silencioso, no verbal, no un proceso intelectual, donde uno puede escuchar que la otra canción está sonando dentro y tomar conciencia de cómo ha dado forma a todo en su vida.
Las ideas de este libro han tenido un considerable impacto en la práctica de la homeopatía. No son teorías, son observaciones desde la práctica diaria de la vida y confirmadas por colegas de todo el mundo. Todos los ejemplos de casos escritos en el libro son casos tratados con éxito con homeopatía y ayudados por el proceso de las entrevistas. Sin embargo los conceptos son universales , comprensibles, pueden ser aplicados en cualquier campo del de la intervención humana.
Excelente su sitio. También soy médico homeópata y considero que es una noble labor la que usted hace, traduciendo este material.
ResponderEliminarLo felicito. Qué blog tan interesante y que gran trabajo el que usted hace y comparte noblemente.
ResponderEliminargracias por traducir este maravilloso texto !
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